El Atlético de Madrid Féminas C comienza a contar las jornadas que restan para la conclusión del campeonato. Las rojiblancas lideran la categoría con cuatro puntos de ventaja con el segundo clasificado y aún pendiente un enfrentamiento directo entre ambos que se antoja decisivo. Pero las colchoneras no se podían permitir fallar ante el Virgen de la Luz, y salieron a por el partido desde el primer minuto.

El Virgen de la Luz venía con la intención de sacar un buen resultado del Cerro del Espino, el Féminas lo sabía y desde un principio se fue a por el partido. Las visitantes no lo pondría fácil, plantearon un sistema de juego con la defensa muy adelantada, lo que provocó que las jugadoras rojiblancas cayesen en varios fueras de juego.

Pero en el minuto 16, una gran internada por la banda izquierda de Bea Beltrán, cede el balón para que Laura Ortega disparase a puerta, pero el esférico lo despejaría la portera rival y el rechace le cae en las botas a Yoli, que con un fuerte disparo consigue batir a la guardameta y poner el 1-0 en el marcador.

Jarro de agua fría para el cuadro visitante y minutos de desconcierto que aprovecharía las pupilas de Blas Ramírez. Tan sólo tres minutos después del primer gol de Yoli, una jugada trenzada desde la línea defensiva y gran rapidez en la circulación de balón, Gema Prieto mete entre líneas un pase magistral para que Maria Calvo pusiese el 2-0 y con mucho tiempo por delante.

Las rojiblancas se hicieron con el control del partido y el Virgen de la Luz sólo podía detenerle con dureza y con varias faltas rozando el límite de la legalidad. La segunda mitad seria control total de las locales, y en el minuto 53 de partido, una gran combinación en tres cuartos de campo acabaría con el balón en las botas de Yoli, que realizaría una gran jugada individual para plantarse delante de la portera y no fallar en su remate.

Quedaba mucho partido por delante y habría mas ocasiones de aumentar el resultado pero los postes y disparos cercanos no llegaron cuajar ninguno. El Féminas se dedicó a manejar el juego del partido y esperar que el tiempo pasase.